Reemplazando el filtro de aire

Los motores a explosión como los que utilizan los automóviles necesitan sí o sí aire, nafta y corriente eléctrica para ponerse en funcionamiento. Por eso es que a través de varias notas dentro de esta sección hemos hecho hincapié en la calidad del combustible que ingresa al motor por los tubos de admisión y la corriente eléctrica que el mismo automóvil genera para encender la mezcla aire-nafta. Solo nos faltaba tocar un tema: el tan mentado filtro de aire, que limpia de suciedad y demás yerbas todo el que va a ingresar al motor.

Para dar un completo panorama, el aire debe ingresar al motor lo más limpio posible -tanto como el combustible- para que la mezcla se pueda encender y el motor no se dañe. De esta manera, el aire pasa previamente por un filtro que puede ser de diferente tipo y forma, pero generalmente es de papel o metálico con baño de aceite, según el tipo y año del auto en cuestión.
El elemento filtrante debe reemplazarse con bastante frecuencia (hay que seguir las instrucciones del fabricante) sobre todo si usted circula por zonas polvorientas o arenosas. Pero en caso de las ciudades no hay tanto problema, aunque existe la necesidad de cambiarlo periódicamente o al menos sacudirlo para que la tierra superficial se vaya, operación que no es muy recomendable.

Hay diferentes filtros de aire: circulares, cónicos o rectangulares, todos cumplen la misma función y por lo tanto requieren especial atención. En su mayoría, los cartuchos son de papel, cartón o acero, siendo innecesario el reemplazo en este último caso.

Comencemos por levantar el capot e identificar el tipo de unidad filtrante que nuestro auto posee. En los coches de mayor antigüedad generalmente se halla sobre el carburador en la parte superior del motor pero en otros más modernos es probable que se ubique a un costado tras el grupo óptico y desde ahí se desprenda una manguera que lleva el aire limpio hacia el motor.

Una vez que conocimos su ubicación hay que desarmar el conjunto: en el caso de los filtros circulares hay que girar una mariposa e ir desarmándolo desde la parte superior retirando con cuidado las tapas, mientras que en los de tipo cartucho sellado hay que desprender las trabas. En el interior de ambos elementos encontramos el dichoso filtro de aire, pero para que usted lo identifique mejor le aclaramos que sus extremos son de goma, para darle una mayor resistencia.
Volviendo al trabajo específico que habíamos encarado, si está dentro de sus posibilidades cambiar la unidad filtrante hágalo, pero como estas son épocas de crisis el filtro podrá tirar un tiempo más luego de una sacudida, siempre y cuando sea la primera y la última o dicho elemento no se encuentre muy maltrecho. Esto no es muy recomendable pero se puede hacer. Aquí se debate la vida del motor… usted decide.

Cuando pedimos el recambio en una casa de repuestos o estación de servicio no solo hay que fijarse si el filtro que compraremos corresponde al tipo especificado por el fabricante del automóvil sino que es conveniente examinarlo minuciosamente en busca de grietas en el papel que lo compone. La mejor manera de hacerlo es poner el filtro delante de los ojos con buena iluminación en la cara opuesta (si es cilíndrico, lleve la luz al centro de la abertura) debiéndose ver la luz reflejada en toda su superficie, pero si esto no ocurre puede que el filtro esté tapado.

Si usted ve una sola línea de luz, es seguro que hay una grieta: ese filtro no sirve ya que a través de una insignificante abertura puede entrar ese maldito polvo que daña el motor de manera considerable. Efectúe una limpieza a conciencia en el alojamiento de los de tipo cartucho sellado, ya sea con un soplete o un trapo mojado y cuando lo cierre fíjese que todos los extremos de goma hayan quedado bien calzados para evitar filtraciones.

En el caso de los de tipo circular que van en la parte superior del motor puede que requieran una pequeña medida de aceite o nafta para ayudar a la tarea de retención de la suciedad. Por eso, primero desarme por completo el conjunto, límpielo profundamente con agua y nafta, arme la base, colóquele la medida de líquido necesaria y recién después ubique el nuevo filtro en su lugar, cerrando bien la tapa.

Aquí culmina la operación, aunque usted no lo crea. Al final, era una tarea muy sencilla e importante como para no hacerla un fin de semana mientras conocemos mejor nuestro automóvil y de paso nos divertimos ahorrando un poco de dinero.

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