Las siete supermáquinas de aceleración más rápida

Alcanzar los 100 kilómetros por hora en menos de tres segundos es propiedad exclusiva de los mejores deportivos del mundo.

No hay muchos actos que puedan empezar y terminar por debajo del espacio temporal de 2,4 segundos. Un intervalo efímero de tiempo limita cada suceso, lo cercena, lo abrevia. Aunque no para todos. Para los autos y para los amantes del motor, esa acumulación de milésimas supone un desafío, una conquista, un norte: 2,4 segundos es el umbral para convertirse en el vehículo con mayor aceleración de la historia.

Los autos valen por lo que vale su motorización. Uno de los datos más sustanciales que anuncian las fabricantes, y que es de interés para los consumidores, convoca la clasificación de esta información. Además de la potencia y de la velocidad máxima, la capacidad de aceleración de un motor es un asunto que fascina.

La difusión de esas cifras, incorporadas a la planilla de prestaciones que religiosamente difunden las marcas, permiten su clasificación y categorización. Y convergen en una competencia salvaje entre los principales fabricantes de deportivos de calle, homologados para circular en tráfico abierto. Modelos como Bugatti, Hennessey, Koenigsegg, Porsche, Nissan y McLaren protagonizan la carrera por bajar la vara de los 2,4 segundos en una pista de cien kilómetros por hora. De frenesí, nervios y adrenalina se inunda la lista de los autos con la aceleración más brutal jamás fabricados por la industria automotriz.

McLaren P1 – 2,8 segundos

El McLaren P1 es la obra más salvaje de McLaren, una compañía que traslada la tecnología y la ingeniería mecánica de sus autos de competición de Fórmula 1 a sus vehículos de calle. El resultado para su obra máxima no podía ser menos que bestial: cuenta con un sistema híbrido que rinde un total de 916 CV, aunque únicamente su propulsor tradicional ya es un V8 biturbo de 3,8 litros y 737 CV, mientras que el motor eléctrico alcanza 179 CV de potencia. Entre las tecnologías extraídas de los bólidos de F1 asimila un sistema similar al KERS, a través del cual recoge un extra de potencia presionando un botón.

Porsche 918 Spyder – 2,8 segundos

«Una combinación única de rendimiento y eficiencia». La descripción de Porsche sobre el 918 Spyder es toda una declaración de principios. Una combinación única, un nuevo superdeportivo híbrido, la última obra maestra de Stuttgart. Lanzado en 2013, dispone de un motor convencional, un V8 que eroga 608 CV de potencia, y de dos propulsores eléctricos que juntos suman 286 CV para alcanzar total de 887 caballos, cuando los tres trabajan a la par. Nacido para rivalizar con la Ferrari, los Lamborghini más audaces y el McLaren P1, su carrocería convertible está fabricada a base de fibra de carbono y plásticos de alta rigidez.

Koenigsegg Regera – 2,8 segundos

Koenigsegg es otra de las locuras que habitan en el campo automotor. Esta compañía sueca persigue con fundamentos técnicos y mecánicos los podios más codiciados de la industria. Compite codo a codo con Bugatti en el campo de la velocidad, la potencia y la aceleración. Hasta detener el cronómetro en 2,8 segundos llegó el Regera. Esa obra de la ingeniería sueca alcanzó los sorprendentes 1.782 CV y fue capaz de registrar velocidades superiores a los 400 kilómetros por hora. Aunque su principal distinción es la de alcanzar semejante respuesta sin caja de cambios: Koenigsegg rediseñó los principios de la técnica de automoción para fabricar esa máquina.

Nissan GT-R Nismo – 2,7 segundos

El GT-R Nismo es una ejemplificación cabal del empeño de superación de la cultura japonesa. Nissan demostró que además de fabricar eficientes vehículos todoterreno, eléctricos y sofisticados, también puede despacharse con un deportivo de cualidades mecánicas de distinción. Su hypercar con motor V6 de 3,8 litros biturbo, 24 válvulas y casi 600 CV goza de una aceleración salvaje: de parado a 100 km/h, en 2,7 segundos.

Bugatti Veyron Super Sport – 2,5 segundos

Una de las obras máximas de la firma francesa perteneciente al Grupo VW, la división más radical del consorcio. Irrumpió en el mercado para reconfigurar los conceptos de autos deportivos y delimitar nuevamente las fronteras del mundo automovilístico. Es el antecesor del Chiron, su heredero. Debajo del capó trasero habita un motor de 16 cilindros en W, que alberga 1.200 CV y que ofrece 1.500 Nm de par. Toda su valía genera ostentación, desde su precio hasta sus especificaciones técnicas.

Bugatti Chiron – 2,5 segundos

El mejor auto del mundo. El más rápido también acelera a un ritmo frenético. Es una nueva marca en conceptos de superdeportivos. El Chiron presume de un motor de 16 cilindros en W que hereda del Bugatti Veyron y añade cuatro turbos a la ecuación para producir un total de 1.500 CV y 1.600 Nm de par. Su aceleración es casi dramática: el trayecto 0-100 km/h lo reduce a 2,5 segundos y, como si fuera poco, para llegar desde parado a los 200 kilómetros por hora sólo necesita 6,5 segundos y 13 para bajar el 0-300 kilómetros por hora. Su velocidad, limitada vía electrónica por cuestiones de seguridad, se detiene a 420 kilómetros por hora. Aunque su velocidad punta ha registrado posibles 464 kilómetros por hora.

El Chiron es aún más increíble: para alcanzar los 100 kilómetros por hora precisa apenas una ruta de 125 metros. Para resistir tanto poder y tales condiciones mecánicas, Bugatti tuvo problemas para encontrar neumáticos aptos para la aventura. Su producción es de 500 unidades con un valor de USD 3 millones. Ya se vendieron cerca de 200 Chiron y la lista de espera llega a los primeros meses de 2020.

Hennessey Venom GT Spyder – 2,4 segundos

El campeón. Le ganó una décima de segundo al Chiron, con quien pugna por las competencias de mecánica y prestaciones. Esta vez, hasta la fecha, el modelo de estirpe norteamericana gana en la categoría de aceleración pero pierde en la fase de velocidad punta. Aunque sí consiguió la marca del descapotable más veloz de la historia con un récord de 427,44 kilómetros por hora.

Su poderoso motor 7.0 litros V8 biturbo logra una desorbitada potencia máxima de 1.471 CV. Gracias a un peso en conjunto que detiene la balanza en 1.250 kilos, acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 2,4 segundos, coronándose en el altar de las aceleraciones. Como confirmación de su potencial, el Hennessey firma también de cero a 160 kilómetros por hora en 4,4 segundos.

Fuente: Infobae

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